Durante el mes de junio, la Secretaría Académica elaboró un artículo en el cual analiza la respuesta integral de la UGR frente al COVID-19. En el mismo se incluyen la continuidad del cursado de todas sus ofertas académicas, los procesos de graduación de estudiantes de carreras de pregrado, grado y posgrado, así como la evaluación de los exámenes finales.
La irrupción del virus COVID-19 trajo consigo una serie de cambios estructurales que han modificado a nivel mundial los modos y formas de relacionamiento. El aislamiento social y obligatorio convirtió a Internet y las TIC en recursos indispensables para el sostenimiento de actividades laborales, de estudio, recreativas. Ante esta situación de pandemia, la decisión política e institucional de la UGR fue dar continuidad a las actividades académicas, garantizando el derecho de los estudiantes a acceder a la Educación y avanzar en sus trayectos universitarios.
El Sistema Institucional de Educación a Distancia (SIED) de la Universidad, denominado UGR Virtual, que fue evaluado por la CONEAU y validado en septiembre de 2019, se transformó en el garante de la continuidad pedagógica del ciclo lectivo 2020: la Universidad no sólo inició y mantuvo el dictado de clases correspondientes al primer cuatrimestre, sino que también posibilitó que los estudiantes pudieran rendir exámenes finales e, incluso, graduarse (en mayo se recibieron 86 estudiantes) en este contexto de pandemia. A su vez, se tomaron medidas económicas que contemplaran las necesidades de los estudiantes que se vieran perjudicados por la pandemia, particularmente mediante una amplia política de becas.
Desde diversas áreas de la Universidad se brindó asistencia y apoyo a los docentes y estudiantes para garantizar la continuidad del dictado de sus respectivas asignaturas. En tan sólo unas pocas semanas, durante el mes de marzo de 2020, se había logrado incluir en el Sistema UGR Virtual a una gran mayoría de la comunidad universitaria. Esto queda claramente demostrado no sólo en la cantidad de usuarios matriculados, sino que también en la intensidad del uso de la plataforma. Los accesos durante el mes de abril del año 2020 se quintuplicaron si se los compara con el mismo mes del año anterior.
Otra de las primeras medidas adoptadas fue la modificación del calendario académico. Se definió que la mesa de examen de mayo se desarrollara a lo largo de dos semanas para evitar la saturación de las aulas virtuales. De esta manera se habilitó la modalidad virtual para las instancias de evaluación, instruyendo a los equipos docentes sobre la elaboración de propuestas de evaluación final a través de medios virtuales, que serían autorizados por cada Dirección de Carrera en conjunto con la Secretaría Académica.
El proceso de inscripción a los exámenes fue otro de los aspectos a resolver por el alto nivel de coordinación entre diversas áreas (las Secretarías de Administración, de Planeamiento Institucional y de Asuntos Estudiantiles, así como las áreas de Alumnado, Bedelía, Informática y Virtual). Para el turno de mayo se inscribieron un total de 5240 estudiantes, que en términos comparativos duplicó a la cantidad de alumnos que se presentaran en años anteriores. Sin embargo el porcentaje de aprobados, desaprobados y ausentes se mantuvo en términos relativos.
En términos generales, todas estas acciones tuvieron como finalidad afrontar la crisis producida por el COVID-19 y sostener la continuidad de las instancias educativas. En este sentido, se considera que la noción de la educación como un derecho se vuelve más abarcativa, tanto por la contención ejercida en los encuentros y las actividades a realizar en un contexto de aislamiento; así como en la posibilidad de avanzar en los estudios como una herramienta de movilidad social y formación de recursos humanos.
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